Por ahí a muchos esto les parece una pelotudes pero yo necesitaba expresarlo en algún lado porque es una de las cosas más lindas que me pudieron pasar.
El sábado fui a ver a Rata Blanca a La Trastienda,
como fui invitada, estaba viéndolo desde unos sillones en un balcón. A pesar de
que amo el pogo disfrute mucho desde donde estaba y fue otro show increíble de
esta banda que cada día me hace más feliz y que amo tanto.
Cuando termino el show, pase al back. No
era la primera vez que estaba en camarines de Rata porque era invitada,
justamente, del cantante. Había gente que ya conocía, volví a saludar al resto
de los músicos tal cual como la vez anterior y, mientras iba caminando hacia la
última habitación vi que una puerta cerrada decía "Walter Giardino. Rata
Blanca". Como siempre me agarro una emoción al saber que estaba tan cerca de
mí pero siempre me sentí incapaz de buscarlo y hablar con él como había hecho
con los otros músicos. Nuevamente sintiéndome incapaz de buscarlo, pase de
largo esa puerta y fui con mi amigo (hijo de Adrián) y su madre (que siempre
fue re amorosa conmigo) a la habitación donde sabía que iba a estar el cantante
y seguro íbamos a comer algo. Había bastante gente ahí adentro, pero era lógico
así que no preste mucha atención. Fui con mi amigo hasta un sillón y cuando
deje las cosas se me paro el corazón al escuchar esa voz fisura y totalmente
reconocible para mí.
Ahí parado, a centímetros míos, estaba el
amor de mi vida, el hombre que adoraba con locura y el guitarrista y creador de
esa banda que le daba paz a mi alma; Walter Giardino.
Mi amigo, conociéndome y sabiendo que no
iba a hacer nada, lo llamo para saludarlo a propósito para que el me mirara con
curiosidad y le preguntara por mí. Nos presentó y él con una sonrisa dijo
"Hola, Walter" como si fuese necesario que me diga quién es. Solo
pude decirle un simple hola cuando él se agacho un poco (al ser mucho más alto
que yo) y, pasando los brazos alrededor mío, me dio el abrazo más hermoso que
pude haber recibido en mi vida.
Sentía que me iba a morir de todo lo que
temblaba y mientras él me hablaba y me preguntaba si me había gustado el
show yo solo podía mirar sus ojos y su sonrisa totalmente hipnotizada. Después
de eso yo volví con mi amigo y cuando llegaron los demás músicos que tanto
admiro, comimos y tomamos.
Adrián quería irse rápido a su casa por lo
que empezamos a saludar a todos para irnos. Me acerque despacio a Walter
sintiendo que me iba a morir de vuelta y él, cortando la conversación que tenía,
me agarro de la cintura y me volvió a abrazar mientras me decía "chau,
linda." con esa hermosa sonrisa que tiene.